Los palestinos observan casas destruidas tras los ataques israelíes en Rafah, en el sur de la Franja de Gaza, el 7 de mayo. Rizek Abdeljawad Xinhua-
La alegría en Gaza por el anuncio de que Hamas aceptó una propuesta de tregua el lunes pronto dio paso al miedo y la confusión cuando el ejército israelí comenzó a avanzar hacia el este de Rafah, en el sur del devastado enclave costero.
Un bebé de cuatro meses, Muhammad Saqallah, estaba entre los tres niños muertos cuando Israel bombardeó una casa perteneciente a la familia Qeshta en Rafah el martes por la tarde, según la agencia oficial de noticias palestina WAFA. Más de 21 palestinos murieron el martes a causa de los bombardeos israelíes, la mayoría de ellos en Rafah, informó WAFA .
Los palestinos en Gaza, donde el hambre y la sed son generalizadas después de siete meses de genocidio, se han visto imposibilitados de recibir ayuda después de que las fuerzas de ocupación israelíes tomaran el cruce de Rafah en la frontera con Egipto durante la noche del lunes.
El diario Haaretz de Tel Aviv informó que “Israel se ha comprometido con Estados Unidos y Egipto a restringir su operación en Rafah... con el único objetivo de negar a Hamás la autoridad sobre el cruce fronterizo que conecta Gaza con Egipto”.
El periódico añadió que “las partes acordaron que una empresa de seguridad privada estadounidense asumirá la gestión del cruce después de que el [ejército israelí] concluya su operación”.
Durante una conferencia de prensa el martes, el alto funcionario de Hamás, Osama Hamdan, dijo que el cruce de Rafah es y seguirá siendo un cruce egipcio-palestino y rechazó la presencia de cualquier fuerza de ocupación.
El cierre de los cruces exacerbará una crisis humanitaria ya catastrófica en la Franja de Gaza, donde organizaciones humanitarias y expertos en derechos humanos dicen que Israel está utilizando los alimentos como arma de guerra.
Cindy McCain, directora del Programa Mundial de Alimentos, dijo en una entrevista con un programa de televisión estadounidense transmitido el domingo que hay una "hambruna en toda regla" en el norte de Gaza, "y se está dirigiendo hacia el sur".
El cierre de Rafah ha impedido que los enfermos y heridos abandonen Gaza para recibir tratamiento médico y ha bloqueado la importación de medicamentos.
Mientras tanto, el martes, pacientes y trabajadores médicos comenzaron a huir del hospital al-Najjar en Rafah después de que Israel ordenara la evacuación de la zona el día anterior.
El hospital es actualmente el único centro en Gaza con un departamento de diálisis en funcionamiento para pacientes con enfermedades renales, y su cierre pondría inmediatamente en peligro la vida de 200 personas si cerrara, según la Organización Mundial de la Salud.
Israel cerró el lunes el cercano Kerem Shalom, el principal cruce comercial hacia Gaza, después de que cuatro soldados israelíes murieran en un ataque con cohetes cerca el día anterior.
Funcionarios de la ONU dijeron que las entregas a través del cruce de Erez en el norte de Gaza, que ha sido abierto para suministros limitados en los últimos días, eran insuficientes para satisfacer las necesidades de los palestinos concentrados en Rafah.
Las agencias de ayuda habían “almacenado previamente algo de ayuda dentro de Rafah, pero dijeron que se necesitaban muy pocos suministros de agua y nutrientes de alto contenido energético para tratar a los niños desnutridos”, informó Reuters.
El Programa Mundial de Alimentos dijo que sus existencias en Gaza sólo cubrirían las necesidades de la gente durante uno a cuatro días en Rafah, Khan Younis y Deir al-Balah.
La ONU dijo que Gaza sólo tiene reservas de combustible para un día y que sin combustible, la operación de ayuda en el territorio sería llevada “a su tumba”.
Los jefes de tres destacados grupos palestinos de derechos humanos –Al-Haq, Al Mezan y el Centro Palestino de Derechos Humanos– pidieron a terceros estados que intervengan urgentemente para detener una masacre de la escala de Srebrenica.
Miles de hombres y niños murieron en esa ciudad cuando las fuerzas serbias de Bosnia invadieron una zona segura de la ONU en 1995. Un tribunal internacional declaró que esa masacre fue un genocidio.
Los grupos de derechos palestinos toman nota de informes de que Israel está planeando una matriz de puntos de control para separar a los hombres en “edad militar” de sus familias y evitar que huyan de Rafah.
Durante los últimos siete meses, Israel ha borrado la distinción entre civiles y combatientes, asimilando a los hombres al “estado de combatiente activo por defecto”, como observó Francesca Albanese, relatora especial de la ONU sobre Cisjordania y la Franja de Gaza.
El recuento de víctimas "terroristas" de Israel en Gaza sugiere que es posible que también esté tratando a todos los adolescentes como combatientes.
Casi 35.000 personas han muerto en Gaza desde el 7 de octubre, dos tercios de ellas mujeres y niños. Se estima que el número real de muertos es mucho mayor, ya que miles de cadáveres no pueden recuperarse de debajo de los escombros.
Pero lo peor puede estar aún por llegar, advirtieron los jefes de los grupos palestinos.
"Ningún lugar es seguro"
El lunes, Israel ordenó la evacuación de varios barrios en el este de Rafah a lo que llama una “zona humanitaria” en la costa de al-Mawasi, que ya está superpoblada por personas desplazadas que carecen de acceso a servicios básicos.
La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios dijo que más del 75 por ciento de Gaza ha recibido órdenes de evacuación desde octubre.
Más de un millón de palestinos huyeron a Rafah después de haber sido desplazados repetidamente de otras zonas. Algunas de esas áreas, incluidos los vecindarios que Israel ordenó evacuar el lunes, habían sido declaradas previamente “zonas seguras” por el ejército.
Israel ha bombardeado todas las zonas de Gaza independientemente de si su ejército las declaró “zonas seguras”. Al-Mawasi ha sido “sujeto repetidamente a ataques aéreos, incluso en la última semana”, dijeron los tres grupos palestinos de derechos humanos.
"La gente no tiene adónde ir, ya que ningún lugar es seguro en toda la Franja de Gaza", agregaron los grupos de derechos humanos.
Menos de 15 horas después de lanzar folletos con órdenes de evacuación, sin dar tiempo a las familias para irse, aviones de combate israelíes bombardearon intensamente Rafah. El martes , Israel pidió a las organizaciones internacionales que abandonaran las zonas donde opera el ejército.
La UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, dijo que no abandonará esas áreas y que la pregunta es si la agencia podrá continuar brindando asistencia si los cruces de Rafah y Kerem Shalom permanecen cerrados.
Jens Laerke, portavoz de la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios, dijo que "los cientos de miles de personas que se encuentran allí estarían en riesgo inminente de muerte si se produce un ataque" a Rafah.
Una operación militar importante no sólo podría resultar en “una masacre de civiles”, sino que también asestaría “un golpe increíble a la operación humanitaria” en toda Gaza, con Rafah sirviendo como centro de ayuda en el territorio.
“Su sufrimiento debe terminar”
António Guterres, el secretario general de la ONU, pidió el martes la reapertura inmediata de los cruces de Rafah y Kerem Shalom, señalando que las existencias de combustible se agotarán en cuestión de horas.
"El derecho internacional humanitario es inequívoco: los civiles deben ser protegidos, ya sea que abandonen Rafah o se queden en la ciudad", dijo Guterres.
"Un ataque a Rafah sería un error estratégico, una calamidad política y una pesadilla humanitaria", añadió, apelando "a todos aquellos con influencia sobre Israel a hacer todo lo que esté a su alcance para ayudar a evitar aún más tragedias".
Los jefes de los tres grupos palestinos de derechos humanos advirtieron sobre un “colapso total de la ya precaria infraestructura de ayuda humanitaria”.
"Además, los esfuerzos indispensables y salvadores de las agencias humanitarias, que ya están bajo el implacable ataque israelí, enfrentarán desafíos aún más graves", agregaron los grupos.
Los grupos palestinos pidieron “un embargo de armas bidireccional, sanciones económicas, incluida la congelación de los activos de todos los funcionarios del gobierno y del ejército israelí, así como prohibiciones de viaje y desinversión de todas las actividades israelíes” en Cisjordania y Gaza.
Los grupos también instaron a los estados a apoyar los esfuerzos para lograr la rendición de cuentas ante la Corte Internacional de Justicia y la Corte Penal Internacional.
"Después de siete meses de genocidio transmitido en vivo, los palestinos en Gaza ya han tenido suficiente y su sufrimiento debe terminar", dijeron.
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Del blog de Maureen Clare Murphy.
