“Hoy, las 25 panaderías que recibieron apoyo del PMA durante el alto el fuego están cerradas debido a la escasez de harina y la falta de gas para cocinar. El PMA sigue priorizando la distribución de alimentos con las existencias que quedan, pero la situación sigue siendo muy crítica”, confirmó poco después en un comunicado la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El pasado 2 de marzo, las autoridades israelíes anunciaron el veto de suministros a Gaza, el cual ya ha superado el impuesto al inicio de la guerra que duró del 7 al 21 de octubre. Los precios, que se estabilizaron un poco durante los dos meses de alto el fuego, se han disparado y ya no quedan productos básicos como carne o arroz en los mercados.
"Si emigramos será por la hambruna y el bloqueo israelí, ya que quienes tienen niños no tendrán más opción que hacer eso porque sino dirán: 'Mis niños se morirán de hambre', afirma un palestino, bajo anonimato, en la norteña ciudad de Gaza. Además de la falta de harina, otro funcionario de la ONU arguyó el retorno a los ataques y la falta de “garantías de seguridad efectivas por parte de Israel” como otro de los motivos para el cierre inmediato de las operaciones del PMA. Solo hace nueve días, 15 sanitarios y rescatistas murieron en un ataque israelí en Rafah y acabaron en una fosa común, pese a desplazarse en ambulancias y otros vehículos marcados.
El riesgo que afrontan los trabajadores ha sobrepasado “durante mucho tiempo” el umbral habitual de “riesgo aceptable”, superando incluso el imperativo humanitario. Desde octubre de 2023, al menos 408 trabajadores humanitarios han sido asesinados en Gaza, según la OCHA. Y ewl restrp de Occidente como si no sucidiera nada, como si no le importara nada este genocidio lento y programado. ¿o es que realmente no importa nada a nadie?