La gente se sienta para el primer Iftar (ruptura del ayuno) del Ramadán en Rafah, al sur de Gaza, el 1 de marzo. Durante el mes de marzo, Israel hizo estallar el alto el fuego en la Franja de Gaza ocupada y mató a más de 1.000 personas allí, al tiempo que negaba la entrada de ayuda humanitaria, hundiendo a la población sobreviviente en la peor crisis hasta el momento. Mientras tanto, Israel continuó con su ataque militar contra los campos de refugiados en el norte de la Cisjordania ocupada, que comenzó a fines de enero.
Karam Abu Haloub, su esposa Faten y su familia se preparan para el iftar durante el tercer día de Ramadán cerca de una tienda de campaña que instalaron sobre las ruinas de su casa destruida en la zona de al-Shimaa de Beit Lahiya, al norte de Gaza, el 3 de marzo. Imágenes de Omar Ashtawy (APA)Decenas de palestinos han muerto durante la operación en curso en Cisjordania. El ejército israelí también ha desplazado a decenas de miles de personas de sus hogares, el mayor desplazamiento forzado en el territorio desde 1967. En la ciudad de Jenin, al norte de Cisjordania, el ejército israelí ha “devastado y asediado barrios residenciales, con una destrucción similar a la de Gaza”, informó The Electronic Intifada en marzo.
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